Durante mi experiencia profesional como defensora de los necesitados sirviendo en la Cámara de Representantes donde orgullosamente me desempeño como Presidente, he llevado siempre el valor del servicio que me inculcaron mis padres para obtener resultados reales para los habitantes de Oregon.
Mis abuelos vinieron del Este de Europa a finales del Siglo pasado buscando una oportunidad y una vida mejor. Mis padres fueron la primera generación de ciudadanos americanos en nuestra familia. Ellos nos dieron a mis hermanos y a mí educación, apoyo y estabilidad, ya que mi padre tuvo el beneficio de obtener su título universitario asistiendo a la escuela nocturna por cortesía del GI Bill, lo que lo convirtió en la primera persona de su familia en ir a la Universidad. Mis padres creían en tres cosas: el trabajo duro, en ser ciudadanos informados y en alentar a sus hijos a perseguir sus sueños.
Yo vivía en la Costa Este y me mudé a Oregon en 1987, y aquí encontré un lugar en el que puedo ser yo misma. Me enamoré de la belleza de este estado y de lo abierta que es su gente. Finalmente obtuve una licenciatura de la Universidad de Oregon, logrando graduarme sin deudas gracias a una beca de Pell que incluía la matrícula, asistencia de trabajo y estudios.
Después de cumplir los veinte años “salí del closet” como lesbiana, y eso fué muy liberador. Si bien no siempre fué fácil, pero las experiencias de otros que pasaron por lo mismo me ayudaron a ser más fuerte. Para mi este acto de dar a conocer mi orientación se convirtió en una responsabilidad personal de luchar contra el odio y la intolerancia. Pero ese enemigo era mucho más grande que yo, así que mientras estaba estudiando para obtener mi título de postgrado luché por los derechos de las parejas domésticas de los maestros y alumnos de la Universidad de Washington.
Cuando regresé a Oregon luego de haberme graduado, conseguí trabajo en Oregon Food Bank. Me atraía mucho su visión de acabar con el hambre de las personas y no solo darles de comer. Y por que mis padres me criaron como una persona de fe creyendo en el valor esencial de todas las personas, supe que había encontrado mi vocación en el ayudar a los demás. Escuché, aprendí y luché por maneras de reducir el problema del hambre en las comunidades: un mejor salario mínimo, asistencia de vivienda, y acceso a seguro médico. Al mismo tiempo continué con mi defensa de los niños cuando me uní a Children First for Oregon como su director de políticas.
Mi experiencia trabajando para organizaciones sin fines de lucro a nombre de los más necesitados me llevó a buscar un cargo público y así servir en la Legislatura de Oregon. En mi primer término, reescribí el programa estatal para la lucha contra la pobreza para familias de bajos recursos, el cúal juega también un papel muy importante en el progreso histórico para la comunidad LGBTQ+, al aprobar protecciones y acceso a beneficio en todo el estado.
En el 2013 tuve el honor de ser elegida por mis compañeros como Líder de la Cámara. Estoy orgullosa del progreso que juntos hemos logrado en menos de una década en la que he liderado la Cámara de Representantes de Oregon. Desde expandir la seguridad económica para más familias, combatir el cambio climático y trabajar muy duro para poder sobrepasar esta pandemia que no tiene precedentes, mi tiempo en la legislatura ha sido dedicado a luchar por los habitantes de Oregon.
Juntos hemos mejorado la situación de Oregon. Pero tomará de un liderazgo real el enfrentar los retos a los que nos estamos enfrentando ahora — desde la pandemia, la crisis por las personas sin hogar a el cambio climático.
Yo seré una líder que ponga primero a las personas, que su prioridad sea la justicia y la equidad, que una a las personas y que inspire a todos a buscar un mejor futuro.
Nuestras comunidades necesitan un liderazgo comprobado del cúal puedan depender. Necesitamos de un gobernador que esté listo para trabajar desde el primer día, un gobernador que sepa que las acciones hablan más que las palabras. Por eso quiero ser gobernadora.
Hay mucho más por hacer para poder construir un futuro de oportunidades y justicia para cada habitante de Oregon. Trabajando juntos podremos terminar con ese legado de injusticia y desigualdad para construir un mejor futuro para nuestro estado.
Yo seré una líder que ponga primero a las personas, que su prioridad sea la justicia y la equidad, que una a las personas y que inspire a todos a buscar un mejor futuro.
Espero que me acompañes.
Tina y su esposa Aimee han estado juntas por 17 años. Ellas viven en el Norte de Portland y tienen dos perros.
La lucha por el progreso va a tomar la participación de todos nosotros. Únete al #EquipoTina hoy y se parte de la campaña que quiere construir un futuro más justo en el que todos puedan tener éxito.